1.- Asegura de que los faros y las calaveras estén funcionado, de no ser así cambia los focos, desmóntalos y lleva la muestra a una refaccionaria.

Limpia los faros con productos especializados o lleva a cabo un proceso de encerado sobre su superficie, notarás que al retirar la cera tus faros tendrán un buen aspecto y la iluminación será mejor.




2.- Revisa que las gomas de los limpiadores no se encuentren agrietadas, cámbialas si notas que ya no retiran en su totalidad el exceso de agua sobre el parabrisas.

Procura no limpiarlo con productos ajenos al cuidado del mismo ya que esto puede ocasionar que sea más difícil desempañarlos y disminuya la visibilidad. 



3.- Asegura que tu auto desempañe el parabrisas sin complicaciones, de no ser así acude a un taller donde reparen el sistema de aire acondicionado en autos.

También un modo rápido puede ser buscar en grandes refaccionarias una lata con carga de aire acondicionado, esto puede ayudarte a solucionar el problema de manera rápida.





4.- Mantén las llantas en la presión adecuada, esto lo puedes consultar en la tapa de combustible o en el marco de la puerta del conductor.

Observa el trazado de la llanta y verifica que no presenta grietas o un desgaste extremo, estas tienen un tiempo de vida estimado de cuatro años, pueden variar dependiendo de la constancia en el uso del auto. 






5.- Incrementa la distancia con el auto de enfrente, visualiza como si entre tu vehículo y el de adelante hubiera otro, esto hará que en caso de un frenado de emergencia o cualquier imprevisto, tengas el tiempo necesario para recuperar el control.




6.- Disminuye tu velocidad y evita los encharcamientos de agua, de no tener la precaución necesaria podrías perder la tracción, en curvas sé más cuidadoso baja la velocidad lo más posible.