Hablar de coches perfectos es hablar de coches ¿Alemanes? probablemente, pero si pensamos en aquellos que sentaron las bases, para que estos coches se convirtieran en lo que realmente son definitivamente hay que hablar de coches ingleses.
Durante mucho tiempo me he preguntado por qué algunas personas contestan que los mejores coches son los alemanes, muchas veces sin haberlos manejado. Quizás sea una cuestión de percepción o es que de alguna forma hay más coches alemanes que coches de cualquier otra nacionalidad circulando por el mundo, no sé, lo que si sé y es cierto es que sin importar lo perfectos que hoy día resulten los autos alemanes es imprescindible hablar de aquellos que han sido sus rivales por años, los ingleses.
A principios de los 50 Gran Bretaña tenía 40 marcas de automóviles y en 1960 una producción de 1,3 millones de unidades. Con el tiempo y algunos desajustes en los motores estas cifras fueron cambiando hasta llegar a las nueve marcas que hoy conocemos. Por el contrario, Alemania hizo lo propio después de que Friedrich Benz patentara un motor a combustión y Ferdinad Porsche creara el icónico Beetle, las marcas alemanas crecieron no solo en volumen si no también en nombre.
La prioridad para los alemanes, desde el inicio, fue crear un auto que fuera accesible para todos sin perder el detalle y la perfección que caracteriza a la misma raza y al final lo lograron. Volkswagen se convirtió “sin querer queriendo” en DAS AUTO [El auto] y con la llegada del sedán todos nos convertimos en automovilistas.
Por su parte los ingleses se preocupaban màs por crear autos que no solo reflejaran la elegancia que cada ingles tienen hasta para hablar, si no también en materiales y diseños que pudieran posicionar a cada marca como una de lujo así como su primer auto, el Rolls Royce. Es por esto que los amantes de los autos ingleses están dispuestos a dejar de lado la tecnología y la perfección alemana por un poco de emoción, un poco más de herencia y un toque de James Bond, por el contrario, el amante de los autos alemanes es cien por ciento precisión, detalle y tecnología.
Si bien es cierto que los ingleses fueron los inventores del Roadster, con el Morgan, los frenos de disco y en épocas más recientes la fibra de carbón la realidad es que lo alemanes se han encargado de perfeccionar cada uno de estos inventos y sin duda han estado un paso delante de la industria desde hace ya unos años, tan solo los autos híbridos, antes de que nosotros manejáramos un Prius, Ferdinand Porsche ya había tenido un prototipo en 1899 de lo que sería el primer híbrido.
Es por esto que resulta tan complicado decidir quién es mejor pues sería poner cara a cara la herencia contra la tecnología y en cuestión de autos, desde mi punto de vista, estas dos características son esenciales para un buen auto. Hace poco alguien me preguntó què autos me gustaban más si los ingleses o los alemanes, mi respuesta fue la siguiente: “En una persecución, me encantaría ver a James Bond ganar arriba de un BMW pero siempre lo imagino bajando de un Aston Martin.”
@LOREMYK